Pasan los años y el sistema educativo sigue siendo ineficaz para la mayoría de sus participantes. No solo los alumnos no pueden desatar todo su potencial sino que los docentes y directivos trabajan desorientados porque no pueden dar lo mejor con las herramientas del pasado.
Hay muchos intentos de restablecer esto y tomar medidas para que la educación sea útil. Se hace muy importante desarrollar la paciencia que implican estos cambios estructurales y de largo plazo, al mismo tiempo que debe realizarse el ejercicio de romper con los patrones conocidos y abrirse a nuevos desafíos, ideas, culturas y dinámicas de aprendizaje.
Son muchos los colegios que están virando hacia un sistema alternativo al tradicional y cada vez está más claro para un grupo de personas que esto, lejos de ser perfecto, al menos es un principio de solución.