En este artículo, buscamos compartir algunos colegios que nos inspiran y nos recuerdan que todos somos únicos. Que no hay que copiar a nadie porque todos, incluso las instituciones, tenemos nuestro propio ADN y propósito.
En primer lugar, encontramos esta escuela maravillosa en Indonesia (y próximamente en Nueva Zelanda) que tiene como eje la sustentabilidad. Construida en bambú, busca generar nuevas camadas de «líderes verdes».
En segundo lugar, encontramos esta escuela en Estados Unidos (en realidad, modelo de escuelas). Se destaca porque su educación es muy personalizada y cada alumno elige en qué proyectos quiere trabajar. Su CEO, Max Ventilla, logró recaudar 33 millones de USD para comenzar este proyecto.
En Santa Fe, Argentina, encontramos esta escuela tan simple y realizada que nos invita a pensar si realmente son necesarios todos los recursos de los dos primeros ejemplos de este artículo o con cierta voluntad y desempeño se pueden hacer grandes cosas.