Escrito por Noelia Martinez para Nobbot
En el año 2000, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) comenzó a publicar el Informe Pisa. En él, se analizan y puntúan los métodos de enseñanza de cada país. Finlandia se colocó en el número uno, como país con el mejor sistema educativo del mundo. Su modelo es un ejemplo para los demás. Por eso acaparó todos los focos en 2016 al implantar el phenomenon learning en sus aulas. ¿En qué consiste este método?
El modelo phenomenon learning
También conocido como PBL o PhenoBL, el phenomenon learning se basa en la eliminación de las asignaturas tradicionales. El aprendizaje está basado en clases prácticas y en el desarrollo de proyectos. Los profesores ayudan a los chicos a realizar trabajos de investigación. Los guían y les proporcionan los materiales y enseñanzas necesarios. Los propios niños participan en este proceso de planificación y evalúan su progreso.
Es la vieja lucha entre el aprendizaje basado en la teoría y la memorización y una metodología fundamentada en lo práctico, en el pensamiento crítico y razonado. Los defensores del phenomenon learning consideran que este sistema es más motivador y el alumno se interesa más por lo que se le enseña. Sus objetivos apuntan a que los niños desarrollen capacidades como liderazgo, poder de organización, estrategia… Y fomentar la cultura de la discusión. No como un enfrentamiento violento, sino como una forma de compartir opiniones, aprender a escuchar y a empatizar.
El responsable de Educación de Helsinki, Marj Kyllonen, explicaba así la importancia del nuevo modelo: «Necesitamos un replanteamiento de la educación y el rediseño de nuestro sistema para que proporcione a nuestros hijos las habilidades que se necesitan para hoy y mañana”. En el país nórdico alaban el modelo, pues consideran que proporciona un aprendizaje más divertido al centrarse en las habilidades y permitir a los niños aprender a su propio ritmo.
Pero, sobre todo, es una manera holística de trabajar, más parecida a la que los niños encontrarán en la vida real y el mundo laboral. El objetivo es prepararlos para un futuro en el que se necesitará un pensamiento transdisciplinar que implique diferentes puntos de vista y nuevas perspectivas.